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miércoles, 4 de julio de 2018

Rvdo. D. Ramón Dosil Martínez. Nombres propios, IV


D. Ramón Dosil Martínez
O Cura do Pobo.

Por, Paulino Castiñeira Castro.


Hoy quiero recordar a quien hace veinte años nos dejó, casi sin avisarnos, aprovechando en parte, el artículo que le dediqué con motivo del homenaje que se le hizo en el año 2001, pues D. Ramón era así, no le quería dar demasiada importancia a las cosas, le gustaba que todo fuese sencillo, sin grandes alboradas ni cosas demasiado suntuosas. Le gustaba la sencillez, el día a día, el charlar con casi todos lo que se encontraba por la calle o mismo en la iglesia antes, y después de la misa.

No quiero caer en la norma de que cuando alguien nos deja, casi siempre todo son buenas palabras y que fue una pena. D. Ramón era en cierto sentido diferente, tenía como casi todos nosotros, sus defectos y sus virtudes, pero había algo en él, que lo hacía diferente, se hacía querer y al mismo tiempo te estaba aconsejando lo que sería bueno y como se debían hacer las cosas, sobre todo con la Juventud.

Dejó su profunda huella haciendo que nos sintamos orgullosos de su paso por este pueblo y más que nada, como decía él en una ocasión y visiblemente emocionado “Eu son así”.

D. Ramón xunto co Sr. Arzobispo, Confirmación en Corcubión ano 1997.

Desde mi punto de vista personal, D. Ramón era una persona muy activa, luchadora, siempre pensando en hacer cosas y sobre todo preocuparse mucho por la Juventud, bien es verdad que supo conquistarla, cosa nada fácil hoy en día y sobre todo por la cantidad de pasatiempos y otros quehaceres que llaman mucho más que ir a escuchar lo que dice el “cura” en la misa.
Él se preocupaba por aquellos que veía que el camino que seguían no era el acertado, más de una ocasión le dieron con la puerta en las narices en alguna casa a la que se atrevía a aconsejar a los padres y decirles que vigilasen algo más de cerca de sus hijos.

Fue el promotor de crear la asociación “Por unha vida sen droga”, puso todo el empeño en que esto fuese adelante y lo consiguió, nació la primera directiva y hay que felicitarla porque hizo un intenso e incansable trabajo.
Trabajó incansablemente para que el Coro juvenil parroquial que había a su llegada tuviese actividad continua y no esporádica, coro con poco más de media docena de voces pero que se dejaban oír y que gustaba escuchar siempre que podían acudir a la iglesia. Dn. Ramón pasaba muchas horas viendo como ensayaban y se sumaba también cuando le era posible, vivía aquello, le gustaba, le hacía ilusión oír aquellas voces juveniles siempre dispuestas.

Mientras él estuvo con nosotros, consiguió un importante número de catequistas que todos los Domingos enseñaban a los más pequeños, organizaba la misa de Resurrección, que creo que era única, aquello no parecía una misa, parecía un lugar de encuentro para todos, un lugar donde te sentías como si no pasase el tiempo, todo era alegría y ganas de vivir, para finalizar cantábamos todos cogidos de la mano y con las manos alzadas, el Himno de la Alegría.
Al día siguiente todos los catequistas iban andando hasta Finisterre, él se encargaba de todo y preocupado de que no les faltase de nada, toda su ilusión era por la Juventud.


A casa do cura no ano 1995, D. Ramón xa quería facer algo, pero sería D. Baldomero quén levaría a cabo dita obra, non sin un montón de problemas que entre unhas cousas e outras, estivo a obra parada máis de dez anos.

También tenía en mente crear la Escuela de Padres, creo que era una acertada idea, ya que para saber educar a nuestros hijos, nosotros tenemos él deber de saber enseñarles.

Hay que decir que cambiaron bastante las cosas desde que no está D. Ramón. Como todo en esta vida, todo tiene su época y las modas van cambiando. Hay que reconocer que él tenía su encanto para atraer a los jóvenes, tenía una forma muy distinta de ver los problemas diarios, se preocupaba de que todo marchase por buen camino, pero cada persona es un mundo diferente y no es tarea fácil en la actualidad saber estar al lado de todos, aunque sí hay que intentarlo y tratar de seguir manteniendo las tradiciones y el diálogo con todos.

Creo que no es difícil conseguir que la Juventud se sienta atraída por algo, hay que ponerse en su lugar, hay que saber conquistar y conseguir que sientan algo dentro de sí, y pensar que no por mucho madrugar, amanece más temprano. Esto se entiende que cada uno es como es, y tenemos la obligación de tratar a todos por igual, tenga más o menos sus creencias o practicas religiosas, ya que para Dios somos todos iguales y semejantes, será un gran paso, claro que sí.

D. Ramón consagrando na misa, na honrra de San Antonio do ano 1992. Él dou o primeiro paso para que se formara o grupo veciñal xa que vía como a capela estaba caendo, e donou a colecta dese día para que este grupo tivese un motivo.


D. Ramón como persona tenía sus más y sus menos, es verdad que como luchador que era, también consiguió enemistades y sobre todo con el tema de las cooperativas textiles, pero hay que reconocer que también muchas personas de la comarca hoy ayudan en la familia con el salario de su trabajo en estos talleres.

Su labor al frente de la iglesia es bien conocida por todos, tanto aquí, como en otros pueblos ya que allí donde pedían su consejo para restaurar algo, allí aparecía él para ayudar en lo que estuviese a su alcance. En Corcubión dejó su huella de persona preocupada por aguantar el patrimonio, ahí está la iglesia de San Pedro de Redonda, restaurada totalmente, la iglesia parroquial de San Marcos, la capilla de San Antonio, y estaba preparando cuando le sorprendió la muerte, “a casa do cura”, como él decía. Tenía un gran proyecto, quería que esa casa fuese la casa de todos y sobre todo de los niños y los jóvenes, no quería escatimar nada, sabía que hacía falta mucho dinero y no quería abusar de los vecinos ya que como él decía, “temos que ver como vamos a facer as cousas, xa que a xente acaba de dar para a igrexa de Redonda,agora deron para de San Antonio é non se lle poide pedir moito máis”.

Me comentaba en una ocasión que no le preocupaba mucho el dinero, pues ya aparecería poco a poco, Santiago le aportaría una cantidad, iba a poner a subasta el iglesario, el cual pensaba que podría dar una bonita suma, la verdad que había ya algunos interesados. Con todos estos proyectos le sorprende la enfermedad y es ingresado en Santiago. Un par de meses más o menos y ya lo teníamos aquí. Él seguía con todo su ánimo y aparentemente nos hacía ver que no era nada y que había que ir poco a poco, lo único que le preocupaba era que no tenía ganas de comer y sabía que eso no era bueno.

Co Presidente da Deputación de A Coruña no ano 1997 Sr. Lendoiro, con motivo da inauguración da reconstruída capela de San Antonio. 

Un par de meses antes de morir fui a visitarlo y estuvimos charlando de muchas cosas, yo creo que él ya sabía que había que estar preparado para todo, porque se le veía en la mirada que sabía lo que le ocurría, pero no quería que nadie lo supiese.
Aún así y ya bastante desmejorado, el 13 de Junio se acercó como cada año hasta la capilla de San Antonio para celebrar la misa. Unos días más tarde ingresaba en el hospital en La Coruña, para no volver.

D. Ramón llegaba a Corcubión en Enero del año 1987, estando al frente de la parroquia de San Marcos 11 años. Nacido en Cando (Outes)
hizo sus estudios en el seminario de Santiago, su promoción fue la más grande del pasado siglo ya que se ordenaron un total de 64 sacerdotes.

Pasó por diferentes parroquias hasta llegar a Corcubión donde supo ir ganándose a todos los corcubioneses. La vida de D. Ramón entre nosotros podemos resumirla en unas cuantas líneas como bien decía Augusto Cesar Lendoiro, “fue un ejemplo de entrega a esa iglesia de los olvidados, misión que está más allá de los recintos sagrados. Supo recoger bien el mensaje evangélico y aplicarlo a las dificultades de nuestros días, supo recorrer caminos solidarios, con la palabra y con la tolerancia, buscando el encuentro sin discriminar, pregonando la incorporación de la mujer al mundo laboral, la integración de los niños y mayores en una vida alegre y común, sin fronteras de ningún tipo.

Aplicó el mejor franciscanismo de la humildad y de la palabra, para estar muy cerca del drama de la droga que tanto amenaza a la persona, a la casa, la parroquia y a toda la sociedad. Supo priorizar y darle un sentido de ser a la iglesia y a la liturgia, recogiendo el mejor ejemplo de los evangelios para los tiempos de hoy, como hubiera hecho en estos tiempos ese San Marcos que tanto veneramos”.

Quizá a todos nosotros un poco más o menos nos ocurre lo mismo, por eso en nuestra vida diaria siempre queda en nuestra mente la imagen de alguna cosa o acontecimiento que por distintos motivos queda retenida en el más allá de nuestro pensamiento.

La imagen que guardamos muchos corcubioneses de D. Ramón, es una imagen de cariño, de alegría, de paz, de su buen hacer entre nosotros. 

Jornadas en memoria de Don Ramón Dosil Martínez. Durante los días 20 y 21 de Julio de 2001, se celebraron diversos actos para recordar al que fuera nuestro párroco y que nos dejó en 1998.
Sabemos D. Ramón que te gustará este diseño, y nos encargaremos de que muchas cartas lleven tu imagen por muchos lugares, cartas sencillas como eras tú, que a pesar de ser pequeñitas, irán todas con el más grande cariño que por ti sentimos, por eso siempre estarás con todos nosotros, estés donde estés.

Quiero finalizar este pequeño artículo dedicado a ti, D. Ramón con una también pequeña canción que tú conocías, y que yo la primera vez que la sentí me dejó muy emocionado pues en ella te vi. después de que nos dejaras.


NA TARDIÑA BAIXA DA VIDA

Na tardiña vaixa da vida
han examinarme de amor,
na tardiña vaixa da vida
han examinarme de amor.

Se lle dei comida o famento,
se ó sedento dei de beber,
se fun ve-lo preso á cadea
e se o camiñante hospedei.

Na tardiña vaixa da vida
han examinarme de amor.

Se fun quen de dar un consello,
se a quen vin chorar consolei,
se nos máis cativos e pobres
co Señor Xesús me atopei.

Na tardiña vaixa da vida,
han examinarme de amor.

En un atardecer de la vida nos dejó D. Ramón, no era aún el momento pero alguien así lo consideró, atrás queda la vida, atrás queda la ilusión, atrás quedaron muchas cosas y triste mi corazón, pero siempre me quedará el consuelo y la alegría de conocerte amigo, Don Ramón.
xullo de 2018.
fotografías. Ángeles Toja y paul 
Publicación. 2001 /2018.  c castro paul.