O Cura do Pobo.
Por,
Paulino Castiñeira Castro.
Hoy
quiero recordar a quien hace veinte años nos dejó, casi sin
avisarnos, aprovechando en parte, el artículo que le dediqué con
motivo del homenaje que se le hizo en el año 2001, pues D. Ramón
era así, no le quería dar demasiada importancia a las cosas, le
gustaba que todo fuese sencillo, sin grandes alboradas ni cosas
demasiado suntuosas. Le gustaba la sencillez, el día a día, el
charlar con casi todos lo que se encontraba por la calle o mismo en
la iglesia antes, y después de la misa.
No
quiero caer en la norma de que cuando alguien nos deja, casi siempre
todo son buenas palabras y que fue una pena. D. Ramón era en cierto
sentido diferente, tenía como casi todos nosotros, sus defectos y
sus virtudes, pero había algo en él, que lo hacía diferente, se
hacía querer y al mismo tiempo te estaba aconsejando lo que sería
bueno y como se debían hacer las cosas, sobre todo con la Juventud.
Dejó
su profunda huella haciendo que nos sintamos orgullosos de su paso
por este pueblo y más que nada, como decía él en una ocasión y
visiblemente emocionado “Eu son así”.
D.
Ramón xunto co Sr. Arzobispo, Confirmación en Corcubión ano 1997.
Desde
mi punto de vista personal, D. Ramón era una persona muy activa,
luchadora, siempre pensando en hacer cosas y sobre todo preocuparse
mucho por la Juventud, bien es verdad que supo conquistarla, cosa
nada fácil hoy en día y sobre todo por la cantidad de pasatiempos y
otros quehaceres que llaman mucho más que ir a escuchar lo que dice el
“cura” en la misa.
Él
se preocupaba por aquellos que veía que el camino que seguían no
era el acertado, más de una ocasión le dieron con la puerta en las
narices en alguna casa a la que se atrevía a aconsejar a los padres
y decirles que vigilasen algo más de cerca de sus hijos.
Fue
el promotor de crear la asociación “Por unha vida sen droga”,
puso todo el empeño en que esto fuese adelante y lo consiguió,
nació la primera directiva y hay que felicitarla porque hizo un
intenso e incansable trabajo.
Trabajó
incansablemente para que el Coro juvenil parroquial que había a su
llegada tuviese actividad continua y no esporádica, coro con poco
más de media docena de voces pero que se dejaban oír y que gustaba
escuchar siempre que podían acudir a la iglesia. Dn. Ramón pasaba
muchas horas viendo como ensayaban y se sumaba también cuando le
era posible, vivía aquello, le gustaba, le hacía ilusión oír
aquellas voces juveniles siempre dispuestas.
Mientras
él estuvo con nosotros, consiguió un importante número de
catequistas que todos los Domingos enseñaban a los más pequeños,
organizaba la misa de Resurrección, que creo que era única, aquello
no parecía una misa, parecía un lugar de encuentro para todos, un
lugar donde te sentías como si no pasase el tiempo, todo era alegría
y ganas de vivir, para finalizar cantábamos todos cogidos de la mano
y con las manos alzadas, el Himno de la Alegría.
Al
día siguiente todos los catequistas iban andando hasta Finisterre,
él se encargaba de todo y preocupado de que no les faltase de nada,
toda su ilusión era por la Juventud.
A casa
do cura no ano 1995, D. Ramón xa quería facer algo, pero sería D.
Baldomero quén levaría a cabo dita obra, non sin un montón de
problemas que entre unhas cousas e outras, estivo a obra parada máis
de dez anos.
También
tenía en mente crear la Escuela de Padres, creo que era una acertada
idea, ya que para saber educar a nuestros hijos, nosotros tenemos él
deber de saber enseñarles.
Hay
que decir que cambiaron bastante las cosas desde que no está D.
Ramón. Como todo en esta vida, todo tiene su época y las modas van
cambiando. Hay que reconocer que él tenía su encanto para atraer a
los jóvenes, tenía una forma muy distinta de ver los problemas
diarios, se preocupaba de que todo marchase por buen camino, pero
cada persona es un mundo diferente y no es tarea fácil en la
actualidad saber estar al lado de todos, aunque sí hay que
intentarlo y tratar de seguir manteniendo las tradiciones y el
diálogo con todos.
Creo
que no es difícil conseguir que la Juventud se sienta atraída por
algo, hay que ponerse en su lugar, hay que saber conquistar y
conseguir que sientan algo dentro de sí, y pensar que no por mucho
madrugar, amanece más temprano. Esto se entiende que cada uno es
como es, y tenemos la obligación de tratar a todos por igual, tenga
más o menos sus creencias o practicas religiosas, ya que para Dios
somos todos iguales y semejantes, será un gran paso, claro que sí.
D. Ramón consagrando na misa, na honrra de San Antonio do ano 1992. Él dou o primeiro paso para que se formara o grupo veciñal xa que vía como a capela estaba caendo, e donou a colecta dese día para que este grupo tivese un motivo.
D.
Ramón como persona tenía sus más y sus menos, es verdad que como
luchador que era, también consiguió enemistades y sobre todo con el
tema de las cooperativas textiles, pero hay que reconocer que también
muchas personas de la comarca hoy ayudan en la familia con el salario
de su trabajo en estos talleres.
Su
labor al frente de la iglesia es bien conocida por todos, tanto aquí,
como en otros pueblos ya que allí donde pedían su consejo para
restaurar algo, allí aparecía él para ayudar en lo que estuviese a
su alcance. En Corcubión dejó su huella de persona preocupada por
aguantar el patrimonio, ahí está la iglesia de San Pedro de
Redonda, restaurada totalmente, la iglesia parroquial de San Marcos,
la capilla de San Antonio, y estaba preparando cuando le sorprendió
la muerte, “a casa
do cura”, como él decía. Tenía un gran proyecto, quería que esa
casa fuese la casa de todos y sobre todo de los niños y los jóvenes,
no quería escatimar nada, sabía que hacía falta mucho dinero y no
quería abusar de los vecinos ya que como él decía, “temos que
ver como vamos a facer as cousas, xa que a xente acaba de dar para a
igrexa de Redonda,agora
deron para de San Antonio é non se lle poide pedir moito máis”.
Me
comentaba en una ocasión que no le preocupaba mucho el dinero, pues
ya aparecería poco a poco, Santiago le aportaría una cantidad, iba
a poner a subasta el iglesario, el cual pensaba que podría dar una
bonita suma, la verdad que había ya algunos interesados. Con todos
estos proyectos le sorprende la enfermedad y es ingresado en
Santiago. Un par de meses más o menos y ya lo teníamos aquí. Él
seguía con todo su ánimo y aparentemente nos hacía ver que no era
nada y que había que ir poco a poco, lo único que le preocupaba era que no tenía
ganas de comer y sabía que eso no era bueno.
Co Presidente da Deputación de A Coruña no ano 1997 Sr. Lendoiro, con motivo da inauguración da reconstruída capela de San Antonio.
Un
par de meses antes de morir fui a visitarlo y estuvimos charlando de
muchas cosas, yo creo que él ya sabía que había que estar
preparado para todo, porque se le veía
en la mirada que sabía lo que le ocurría, pero no quería que nadie
lo supiese.
Aún
así y ya bastante desmejorado, el 13 de Junio se acercó como cada
año hasta la capilla de San Antonio para celebrar la misa. Unos días
más tarde ingresaba en el hospital en La Coruña, para no volver.
D.
Ramón llegaba a Corcubión en Enero del año 1987, estando al frente
de la parroquia de San Marcos 11 años. Nacido en Cando (Outes)
hizo
sus estudios en el seminario de Santiago, su promoción fue la más
grande del pasado siglo ya que se ordenaron un total de 64
sacerdotes.
Pasó
por diferentes parroquias hasta llegar a Corcubión donde supo ir
ganándose a todos los corcubioneses. La vida de D. Ramón entre
nosotros podemos resumirla en unas cuantas líneas como bien decía
Augusto Cesar Lendoiro, “fue un ejemplo de entrega a esa iglesia de
los olvidados, misión que está más allá de los recintos sagrados.
Supo recoger bien el mensaje evangélico y aplicarlo a las
dificultades de nuestros días, supo recorrer caminos solidarios, con
la palabra y con la tolerancia, buscando el encuentro sin
discriminar, pregonando la incorporación de la mujer al mundo
laboral, la integración de los niños y mayores en una vida alegre y
común, sin fronteras de ningún tipo.
Aplicó
el mejor franciscanismo de la humildad y de la palabra, para estar
muy cerca del drama de la droga que tanto amenaza a la persona, a la
casa, la parroquia y a toda la sociedad. Supo priorizar y darle un
sentido de ser a la iglesia y a la liturgia, recogiendo el mejor
ejemplo de los evangelios para los tiempos de hoy, como hubiera hecho
en estos tiempos ese San Marcos que tanto veneramos”.
Quizá
a todos nosotros un poco más o menos nos ocurre lo mismo, por eso en
nuestra vida diaria siempre queda en nuestra mente la imagen de
alguna cosa o acontecimiento que por distintos motivos queda retenida
en el más allá de nuestro pensamiento.
La
imagen que guardamos muchos corcubioneses de D. Ramón, es una imagen
de cariño, de alegría, de paz, de su buen hacer entre nosotros.
Jornadas
en memoria de Don Ramón Dosil Martínez. Durante los días 20 y 21
de Julio de 2001, se celebraron diversos actos para recordar al que
fuera nuestro párroco y que nos dejó en 1998.
Sabemos
D. Ramón que te gustará este diseño, y nos encargaremos de que
muchas cartas lleven tu imagen por muchos lugares, cartas sencillas
como eras tú, que a pesar de ser pequeñitas, irán todas con el más
grande cariño que por ti sentimos, por eso siempre estarás con
todos nosotros, estés donde estés.
Quiero
finalizar este pequeño artículo dedicado a ti, D. Ramón con una
también pequeña canción que tú conocías, y que yo la primera vez
que la sentí me dejó muy emocionado pues en ella te vi. después de
que nos dejaras.
NA
TARDIÑA BAIXA DA VIDA
Na
tardiña vaixa da vida
han
examinarme de amor,
na
tardiña vaixa da vida
han
examinarme de amor.
Se
lle dei comida o famento,
se ó
sedento dei de beber,
se
fun ve-lo preso á cadea
e se o
camiñante hospedei.
Na
tardiña vaixa da vida
han
examinarme de amor.
Se
fun quen de dar un consello,
se
a quen vin chorar consolei,
se
nos máis cativos e pobres
co
Señor Xesús me atopei.
Na
tardiña vaixa da vida,
han
examinarme de amor.
En
un atardecer de la vida nos dejó D. Ramón, no era aún el momento
pero alguien así lo consideró, atrás queda la vida, atrás queda
la ilusión, atrás quedaron muchas
cosas y triste mi corazón, pero siempre me quedará el consuelo y la
alegría de conocerte amigo, Don Ramón.
xullo
de 2018.
fotografías. Ángeles Toja y paul
Publicación. 2001 /2018. c castro paul.